Cáritas Autonómica Castilla y León está formada por las 11 Cáritas Diocesanas de Astorga, Ávila, Burgos, Ciudad Rodrigo, León, Osma-Soria, Palencia, Salamanca, Segovia, Valladolid y Zamora.
Tiene por objeto la realización de la acción caritativa y social de la Iglesia, así como promover, coordinar e instrumentar la comunicación cristiana de bienes en todas sus formas y ayudar a la promoción humana y al desarrollo de las personas.
La misión de Cáritas, como acción organizada de la comunidad cristiana, es promover el desarrollo humano integral de todas las personas y todos los pueblos, especialmente de los más pobres y excluidos.
Actuar como lugar de encuentro, de diálogo y de ayuda mutua de las Cáritas diocesanas y entidades integradas.
Coordinar las actividades de sus miembros y servir de nexo de unión entre los mismos para facilitar la comunicación y el intercambio en cuanto a objetivos, medios y actividades.
Proponer la elaboración de programas y la ejecución de acciones y proyectos de forma conjunta, en el ámbito territorial de Castilla y León.
Prestar el apoyo necesario a las Cáritas diocesanas del territorio castellano y leonés.
Ostentar la representación común de sus miembros ante la administración y cualquier entidad civil o eclesial, en el ámbito territorial que le es propio, sin perjuicio de lo establecido en el art. 5º.
Colaborar en la realización de los fines de la Confederación de Cáritas Española, de acuerdo con sus estatutos, manteniendo las relaciones de cooperación, coordinación y representación de sus órganos de gobierno.
Ser testimonio del amor de Dios y de la fraternidad de la comunidad cristiana con todas las personas, en especial con las más empobrecidas y excluidas, optando por una sociedad más solidaria, justa y participativa. Desde el compromiso para:
Caridad
Es el fundamento de nuestra identidad y servicio, fuente inspiradora de nuestros valores.
Centralidad de la persona
La persona es el centro de nuestra acción. Defendemos su dignidad, reconocemos sus capacidades, impulsamos sus potencialidades y promovemos su integración y desarrollo.
Verdad
La búsqueda de la verdad sobre el hombre y el mundo a la luz de la fe, fundamento y sentido de nuestro actuar.
Justicia
Trabajamos por la justicia y la transformación de las estructuras injustas como exigencia del reconocimiento de la dignidad de la persona y de sus derechos.
Participación
Somos una organización abierta a la participación de nuestros agentes y de los destinatarios de nuestra acción social. Trabajamos en equipo favoreciendo la integración de los que formamos Cáritas.
Solidaridad
Nos caracterizan nuestro sentimiento de unión a los que sufren y nuestra convicción de igualdad y justicia. Promovemos la solidaridad que nos lleva a buscar el bien común y a trabajar por una comunidad inclusiva, que valora las diferencias como patrimonio común y enriquecedor.
Austeridad
Desde nuestro estilo de vida, ponemos nuestra voluntad en la utilización ética y coherente de los recursos.
Espíritu de mejora
Desarrollamos nuestra actividad buscando permanentemente mejorar y aplicar ideas innovadoras, siempre en beneficio de la persona, la comunidad y la sociedad en su conjunto.
Transparencia
Compartimos una cultura institucional basada en la ética y en la apertura de la información hacia todos los interesados en nuestra labor.
Ser testimonio del amor de Dios y de la fraternidad de la comunidad cristiana con todas las personas, en especial con las más empobrecidas y excluidas, optando por una sociedad más solidaria, justa y participativa.
Que la acción de Cáritas sea significativa en el desarrollo humano integral de los últimos y en la promoción de una sociedad inclusiva.
Ser referentes de solidaridad con los países más empobrecidos y el cuidado de la casa común.
La denuncia de las causas de la pobreza y exclusión, y la promoción de los derechos sociales.
Alcanzar una participación efectiva de la Comunidad Cristiana en la actividad de Cáritas.
La promoción de la economía social y solidaria, como signo de un nuevo modelo económico más justo.
Nuestro modelo de acción opta por un método centrado en el acompañamiento a los procesos de crecimiento de las personas y de las comunidades, lo cual centra la atención en los «caminos» más que en las «metas».
Nuestras acciones tienen que surgir de motivaciones claras y estar impregnadas de valores alternativos que permitan traslucir su significado: la construcción de una sociedad inspirada en los valores evangélicos. Todas ellas deben ser «significativas», no se pueden agotar en sí mismas, sino que van más allá de sus pretensiones instrumentales dejando traslucir procesos de personalización, humanización y liberación.
Cuando Cáritas actúa no es ella quien lo hace, sino la Iglesia en su conjunto. Nuestro modelo opta porque nuestra acción sea cauce para el desarrollo del compromiso de toda la Iglesia con los pobres.
Nuestro modelo de acción opta por una acción integral, consciente de que cuando actúa sobre una parte está afectando tanto al conjunto de la persona como de las comunidades, de las sociedades y de sus estructuras. Así, la acción social de Cáritas opta por la transformación de manera integral abarcando todas las dimensiones, acompañando personas, animando comunidades y haciendo anuncio y denuncia profética.
Nuestras acciones tienen que surgir de motivaciones claras y estar impregnadas de valores alternativos que permitan traslucir su significado: la construcción de una sociedad inspirada en los valores evangélicos. Todas ellas deben ser «significativas», no se pueden agotar en sí mismas, sino que van más allá de sus pretensiones instrumentales dejando traslucir procesos de personalización, humanización y liberación.
Nuestro modelo de acción opta por una acción integral, consciente de que cuando actúa sobre una parte está afectando tanto al conjunto de la persona como de las comunidades, de las sociedades y de sus estructuras. Así, la acción social de Cáritas opta por la transformación de manera integral abarcando todas las dimensiones, acompañando personas, animando comunidades y haciendo anuncio y denuncia profética.
Cáritas Castilla y León está formada por:
Cáritas Autonómica de Castilla y León es el órgano oficial de la Iglesia Católica para la acción caritativa y social. Erigida por la Conferencia Episcopal Española por acuerdo tomado en la LXI Asamblea Plenaria (25 – 29 de Abril de 1994) formando a parte de la organización territorial de Cáritas Española
Cáritas Autonómica de Castilla y León está constituida por agrupación de las Cáritas Diocesanas de Ávila, Astorga, Burgos, Ciudad Rodrigo, León, Palencia, Segovia, Osma-Soria, Salamanca, Valladolid y Zamora, todas ellas establecidas en el ámbito territorial de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, que asimismo es su ámbito de actuación.
Son fines propios de Cáritas Autonómica de Castilla y León:
Jesús Fernández González, es el Obispo de Astorga y Obispo-delegado por la dirección colegial de los Obispos de Castilla y León.
Tiene la misión propia de representar a los Obispos de Castilla y León y velar para que toda acción de Cáritas Castilla y León sea plenamente acorde con el magisterio de la Iglesia.
Es el órgano supremo de Cáritas Castilla y León, al que le corresponde regir todas las actividades y aprobar los programas y proyectos de actuación, así como la memoria, balance y cuentas anuales.
Está presidida por el Obispo Delegado por la dirección colegial de los Obispos de Castilla y León y está compuesta por el Director y el Delegado Episcopal o personas designadas, de cada una de las 11 Cáritas Diocesanas de Castilla y León.
Antonio J. Martín de Lera, es el Presidente de Cáritas Autonómica de Castilla y León.
Son funciones del Presidente:
Después de la II Guerra Mundial, Cáritas sensibilizó sobre la acogida de 20.000 niños abandonados en Austria y Alemania.
Durante mediados de los años 50, gestionó la ayuda social (el famoso Plan Marshall). En 1957 y 1958 se crea la Sección Social de Cáritas, se funda el Centro de Estudios de Sociología Aplicada y se publica la revista Documentación Social.
En 1961 se redacta el Plan de Comunicación Cristiana de Bienes y se crea el primer Plan de acción contra la pobreza. Cáritas introdujo en España métodos de desarrollo comunitario en zonas sin recursos.
En 1980 el paro es la prioridad para Cáritas. En 1984 se organizan las jornadas de Teología de la Caridad, críticas con los cambios económicos de la época.
Durante los años 80, se inauguran residencias para ancianos y centros para madres solteras y drogodependientes.
En 1987 se organiza el primer Congreso Hispano-Latinoamericano de Teología de la Caridad.
En 1991 en materia social se crean casas de acogida para enfermos de Sida. Durante la crisis del 1992-1994, publica el V Informe Foessa.
En 1998 publica Las condiciones de vida de la población pobre en España.
En 1998, Cáritas se une a Manos Unidas, CONFER y Justicia y Paz, para sensibilizar sobre la deuda externa.
La acción de Cáritas está marcada por la crisis económica, que aumenta el trabajo en la acogida y acompañamiento a un número cada vez más elevado de familias.
El Modelo de Acción Social sustenta el ser y el quehacer de Cáritas en el contexto local y global.
Simboliza la unidad entre identidad y acción, muestra el camino para encarnar la Buena Noticia en nuestro tiempo.
Cáritas ha hecho propuestas políticas relativas a la protección social, la salud, la educación o el empleo; dirigidas a reducir el carácter hereditario de la pobreza y su cronificación. Prueba de ello es su trabajo sobre Garantía de Ingresos Mínimos.
Ha puesto de manifiesto a través de la publicación de dos informes quinquenales FOESSA y de la serie anual Análisis y Perspectivas, la existencia de deficiencias estructurales de nuestro modelo.
Ha fomentado la participación de toda la comunidad.
El testimonio y el compromiso activo son la mejor vacuna contra la apatía.
En un principio, lo hicieron, para preparar los temas de los Consejos Generales de Cáritas Española, y poco a poco fue tomando cuerpo y, así, en 1981 se hace un primer trabajo de recogida de datos y su posterior análisis, sobre las Instituciones de Iglesia que estaban trabajando en los distintos campos de la Acción Social (ancianos, minusválidos, madres solteras…
Posteriormente, en 1983, se hace el primer estudio sociológico sobre la situación de paro en la región, las consecuencias que provoca y una reflexión teológico-pastoral sobre la misma.
Para establecer relación con la Junta de Castilla y León se ve necesario tener una figura jurídica conjunta, y con la aprobación de los Obispos de la región, se dan los pasos para crear una asociación civil, formada por las 11 Cáritas Diocesanas de Castilla y León. Esta asociación se denominó ASCARE-Asociación de Cáritas Regional, aprobándose sus Estatutos el 23 de marzo de 1990.
También en 1990, se realiza la segunda investigación sociológica sobre la realidad socio-económica de Castilla y León. Colectivos más afectados por la crisis y cuál es la opinión que estos colectivos tienen sobre sí mismos.
En Abril de 1994, la Conferencia Episcopal Española erige canónicamente Cáritas Autonómica de Castilla y León,
En 1998 se aprueba el Programa Regional de Empleo SENDERO, financiado por la Iniciativa Europea INTEGRA y se crea la OFICINA AUTONÓMICA para su gestión.
En diciembre de 2003, se aprueban los estatutos de la Cáritas Autonómica de Castilla y León.
La Cáritas Regional siguió funcionando bajo la fórmula de asociación civil y es en diciembre de 2013, cuando se formaliza la Baja de ASCARE, como entidad civil y se da de alta en los registros pertinentes, a Cáritas Autonómica de Castilla y León recuperando el decreto de erección canónica de Abril de 1994 y Estatutos aprobados en diciembre de 2003.